Elizabeth Blackburn, Carol Greider y Jack Szostak fueron galardonados con el premio Nobel de medicina 2009 por sus investigaciones relacionadas con telomeros y como estos se encargan de evitar la degradación de los cromosomas durante la replicación.
Los especialistas actualmente laboran en algunos de los mas prestigiosos centros de educativos y de investigación de los Estados Unidos (Blackburn en la Universidad de California, Greider en el Johns Hopkins Medical School y Szostak en el Escuela de medicina de Harvard), además de haber recibido numerosas condecoraciones incluido el premio Lasker, reconocido barómetro de los premios Nobel.
Sus trabajos dieron a conocer aspectos fundamentales respecto a como el ADN, empacado en cromosomas, es replicado por las ADNpolimerasas durante los procesos de división celular localizándose los telomeros al final de estos. Sin la presencia de los mismos los cromosomas se acortarian en cada división celular debido a que la DNA polimerasa no pude copiar hasta el final ambas hebras del ADN que se replica.
Con las divisiones celulares repetidas los telomeros se acortan, siendo esta una de las claves del envejecimiento celular, llegando hasta el momento en que el material va disminuyendo el numero y velocidad de replicaciones.
Estos descubrimientos surgieron durante la década de los 80 cuando Blackburn y Szostak notaron que los telomeros eran una secuencia especifica de ADN, lo que los llevo a tomar los telomeros descubiertos por Blackburn en el protozoo Tetrahymena thermophila y acoplarlos con mini-cromosomas para luego insertarlos en células de levaduras.
Sus resultados mostraron que esta secuencia brindaba un mecanismo de protección común en gran parte de las especies animales y vegetales, esto les hizo intuir que la explicación se encuentra en la presencia de alguna enzima que hasta la fecha se encontraba aun sin identificar y que ellos mismos junto a Greider descubrirían y llamarían Telomerasa.
Sus descubrimientos han llevado, entre muchas cosas, a entender el proceso de duplicación en células cancerigenas, donde la enzima posee una actividad anormalmente alta, ignorando el proceso natural de envejecimiento y manteniendo intacta la longitud de sus telomeros. Nuevos tratamientos en la lucha contra el cáncer que están siendo probados hoy en dia están dirigidos a las telomerasas con el fin de detener su acción.