El gobierno Venezolano se ha encargado de reducir las libertades de sus cidadanos hasta el punto de controlar y monitorear las redes sociales como Twitter, con el fin de limitar el contenido expresado por los internautas, que podría ser ´´perjudicial´´ para el gobierno.
En esta ocacion los últimos ´´criminales´´son un hombre de 41 años y una mujer de 35, de nacionalidad venezolana, quienes han sido acusados de desinformar a la población y difundir falsos rumores con el fin de desestabilizar el sistema bancario.
Dicha fechoría fue cometida atreves de sus respectivas cuentas de Twitter, lo que permitio al departamento de investigación científica, Penales y Criminalísticas, dar seguimiento a los mismos y poder así determinar que se encuentran asociados a una organización que trabaja con el fin de desestabilizar el sistema bancario Venezolano.
Estos últimos sucesos van de la mano con un nuevo Proyecto de Ley Orgánica de Telecomunicaciones, Información y Servicios postales, que fue llevado ante el parlamento de la nación. El mismo plantea bloquear sitios Web, estableciendo un único punto de entrada para el conjunto del trafico internet teniendo así mayor control de la información expresada en la red.
Resulta interesante que el propio mandatario de Venezuela, despotrica y expresa cada idea atreves de su blog y su cuenta de Twitter, sin ser víctima del filtro tan riguroso del departamento de investigación científica.
Las reacciones no se han dejado esperar y lla llegan peticiones que buscan lograr que se libere a ambos cibernautas. Una de las más importantes ha sido expresada por Reporteros sin frontera, quienes consideran el hecho un atropello al derecho de opinión y libertad de expresión de los imputados.