Monday, June 25, 2007

Me recorde de un Brontosauro.


Empecé a escribir un cuento corto y lo e dejado.
Me molesta en exceso eso. Por lo que inicie una larga discusión con mi saturada psique. Y así en puro lió mental, me recordé de algo de mi infancia.
Algo que no recordaba desde hacia años (muchos en realidad) y que ahora venia a mi sin explicación alguna, tan solo saltando desde el fondo de esta cabeza caótica y llena de afiches.
Cuando era pequeño (cinco o seis años) tenía un Brontosauro de plástico de color azul.
Por alguna razón este era mi mejor amigo, al punto que luego de ver un documental sobre los faraones, le dije a mi papa que me enterraran con el dinosaurio el día que me muriera (es obvio que esto fue respondido con un –ete muchacho e loco- y su respectivo cocotazo).
Durante gran parte de mi infancia, mostré una obsesión compulsiva hacia los saurios, llegando al punto de tener tantos de estos que estoy seguro que mis padres (felizmente divorciados desde aquellos días) llegaron a un acuerdo mutuo para ir haciéndolos desaparecer uno a uno, a la mejor manera copiada de un síndico frente a fondos estatales.
Les aseguro que fue una labor ardua, puesto que no solo hablo de figuras, sino que me refiero a sabanas, cortinas, camisas, libros y cuantas cosas se podían comprar. Y así de una forma realmente confusa para recordar, cada uno de estos fueron desapareciendo en un lapso no muy preciso llegando al punto en que tan solo me quedaban unos pocos y entre estos el Brontosauro de quien les comente al principio.
Como buen discípulo de Nuria, me dedique a entrevistar a mi jefa sobre el tema, la que luego de un:
-muchacho!!! Y tu te acuerdas de eso???-
Me contó varias anécdotas que van desde que lo utilizaba como un arma (olvide mencionar que cuando me refería a plástico, me refería a plástico duro y macizo) sujetándolo por el cuello y golpeando con el cuerpo a cualquier mal aventurado ( en especial a mi hermano), hasta que solía andar con el para todas partes (a dormir, a bañarme, al colegio.) y si intentaban quitármelo recurría a una serie de insultos que nadie explicaba de donde los había aprendido y que generalmente mandaban saludos especiales a la madre del que fuera a sustraer el juguete.
Los últimos momentos que tengo en memoria, me traen la imagen de el en una condición un poco triste. Había perdido la mandíbula y un ojo. Pero por alguna razón aun resultaba interesante y seguía siendo mi favorito.
Y así versión matrix, este desapareció de mi memoria y físicamente.
Su destino final:
Que se yo!. Pero lo que si se es que mis viejos son unos masters lavando el cerebro pues puedo asegurar que algo tienen que ver con su desaparición, pero nada puedo demostrar por que como un trabajo de la KGB nada puede ser comprobado.
Se que este post contiene información que no le interesa a nadie, pero lo pongo, para no volverlo a olvidar y para poder salir de esta maraña matrix sin Dinosaurios. (Creo que se llamaba Azul).