El germen de los cambios de la historia nace en las luchas que surgen entre los grandes y los pequeños, el pueblo y los autoproclamados poderosos. El régimen de la Republica Popular China representa una de las moles autoritarias y represivas mas grandes del siglo 20 y de nuestro siglo 21, llevando consigo el arrastre de millones de vidas suprimidas bajo ideales políticos que con el pasar de los años mutaron hasta lo que hoy parece ser una economía gigantesca, poderosa y en crecimiento.
A finales de la década de los 80 (entre el 15 de Abril y el 4 de Junio del año 1989) se produjeron una serie de protestas estudiantiles y populares que llevaron las miradas del mundo a la ciudad de Pekín, en especifico a la plaza de Tian´anmen, otrora entrada a la ciudad perdida, convertida en aquellos días en campo de batalla de las ideas y derechos de un pueblo que pedía al gobierno una respuesta inmediata ante la corrupción, la opresión y la inflación económica que ahogaba a todos los sectores de la Republica China. El partido (Principal institución del estado), se encontraba en fuertes momentos de tribulación interna. La muerte del Ex secretario general del partido comunista Hu Yaobang, quien dos años antes había sido expulsado del gobierno por Deng Xiaoping al considerar a Hun como un político liberal, había despertado un aire de desconcierto entre miembros estatales así como en parte de la población que considero esta acción como injusta, siendo el funeral del mismo utilizado como inicio de las demostraciones de descontento general.
Aunque las manifestaciones se dieron inicio en las exequias del ex ministro, no tardo mucho antes de que se dispersaran gracias a las acciones tomadas por los estudiantes, quienes apoyados por los intelectuales, se organizaron, aun contra las advertencias del régimen y de las propias autoridades universitarias quienes los acusaban de causar tumultos y disturbios, con el tiempo estos fueron seguidos por los obreros y trabajadores que pedían soluciones ante la corrupción que saturaba el sistema. Al pasar las semanas las protestas aumentaron, llegándose a concentrar hasta 100,000 personas en marchas realizadas en la capital China. Los manifestantes pedían a los funcionarios realizar un dialogo entre estudiantes y las autoridades, sugerencia que fue rechazada por el gobierno y que llevo a que los protestantes tomaran la plaza de Tian´anmen, realizando una huelga de hambre y continuando las marchas organizadas y protestas.
Al finalizar la tercera semana de la huelga de hambre las autoridades chinas decidieron acabar con la ´´revuelta´´ utilizando la fuerza militar. La población hizo frente a esta movida violenta por parte del gobierno, llevando las luchas a las calles aledañas a la plaza, luchas que produjeron un número indeterminado (Aun hoy en día) de victimas, prisioneros políticos y ejecutados por traición.
En medio del caos y la violencia ocurría una escena que se convertiría en uno de los símbolos más importantes del siglo 20. En la Avenida de la Paz eterna un anónimo protestante le hacia frente a la caravana de tanques militares que se dirigían hacia los manifestantes. Una barricada de un solo hombre capaz de enfrentarse y detener el avance un ejercito de maquinas de guerra.
Su imagen, ahora icono de la fuerza de la no-violencia fue captada por los lentes de Jeff Widener y Stuart Franklin. La fuerza de su mensaje llevo a la revista Life a colocarla entre una de las 100 fotografías que cambiaron al mundo y el poder que esta carga aun esta tan fresco como el mismo día en que fue captada.
En cambio, el destino del enigmático hombre aun es un misterio, ¿un estudiante?, ¿algún obrero?, ¿aun vive?. Como muchos datos de aquellos fatídicos días, estos quedaran sellados en el secreto de los pasillos del Partido comunista Chino, que aunque logro detener una protesta, no pudo callar las voces que aun llaman al cambio, no importa que tanto lo intenten o traten de olvidar.
A finales de la década de los 80 (entre el 15 de Abril y el 4 de Junio del año 1989) se produjeron una serie de protestas estudiantiles y populares que llevaron las miradas del mundo a la ciudad de Pekín, en especifico a la plaza de Tian´anmen, otrora entrada a la ciudad perdida, convertida en aquellos días en campo de batalla de las ideas y derechos de un pueblo que pedía al gobierno una respuesta inmediata ante la corrupción, la opresión y la inflación económica que ahogaba a todos los sectores de la Republica China. El partido (Principal institución del estado), se encontraba en fuertes momentos de tribulación interna. La muerte del Ex secretario general del partido comunista Hu Yaobang, quien dos años antes había sido expulsado del gobierno por Deng Xiaoping al considerar a Hun como un político liberal, había despertado un aire de desconcierto entre miembros estatales así como en parte de la población que considero esta acción como injusta, siendo el funeral del mismo utilizado como inicio de las demostraciones de descontento general.
Aunque las manifestaciones se dieron inicio en las exequias del ex ministro, no tardo mucho antes de que se dispersaran gracias a las acciones tomadas por los estudiantes, quienes apoyados por los intelectuales, se organizaron, aun contra las advertencias del régimen y de las propias autoridades universitarias quienes los acusaban de causar tumultos y disturbios, con el tiempo estos fueron seguidos por los obreros y trabajadores que pedían soluciones ante la corrupción que saturaba el sistema. Al pasar las semanas las protestas aumentaron, llegándose a concentrar hasta 100,000 personas en marchas realizadas en la capital China. Los manifestantes pedían a los funcionarios realizar un dialogo entre estudiantes y las autoridades, sugerencia que fue rechazada por el gobierno y que llevo a que los protestantes tomaran la plaza de Tian´anmen, realizando una huelga de hambre y continuando las marchas organizadas y protestas.
Al finalizar la tercera semana de la huelga de hambre las autoridades chinas decidieron acabar con la ´´revuelta´´ utilizando la fuerza militar. La población hizo frente a esta movida violenta por parte del gobierno, llevando las luchas a las calles aledañas a la plaza, luchas que produjeron un número indeterminado (Aun hoy en día) de victimas, prisioneros políticos y ejecutados por traición.
En medio del caos y la violencia ocurría una escena que se convertiría en uno de los símbolos más importantes del siglo 20. En la Avenida de la Paz eterna un anónimo protestante le hacia frente a la caravana de tanques militares que se dirigían hacia los manifestantes. Una barricada de un solo hombre capaz de enfrentarse y detener el avance un ejercito de maquinas de guerra.
Su imagen, ahora icono de la fuerza de la no-violencia fue captada por los lentes de Jeff Widener y Stuart Franklin. La fuerza de su mensaje llevo a la revista Life a colocarla entre una de las 100 fotografías que cambiaron al mundo y el poder que esta carga aun esta tan fresco como el mismo día en que fue captada.
En cambio, el destino del enigmático hombre aun es un misterio, ¿un estudiante?, ¿algún obrero?, ¿aun vive?. Como muchos datos de aquellos fatídicos días, estos quedaran sellados en el secreto de los pasillos del Partido comunista Chino, que aunque logro detener una protesta, no pudo callar las voces que aun llaman al cambio, no importa que tanto lo intenten o traten de olvidar.
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