Y ya va el tercer paro realizado por el Colegio Medico Dominicano que clama por un aumento salarial entre otros detalles difíciles de cumplir y con claros matices políticos. La particularidad de estos paros no esta tan solo en el hecho de que están ocurriendo en un momento muy estratégico (época de campaña electoral) si no, que no representan a la totalidad del gremio de doctores ya que una parte de este rechazan la acción por considerarla meramente política.
Por otra parte se encuentran los miles de pacientes de escasos recursos que nuevamente se verán frente a la ausencia del servicio de salud que aun en sus mejores momentos deja mucho que desear.
Como estudiante de medicina realmente me encuentro en un dilema, no apoyo la politización de lo que para muchos es una ´´vocacion´´, pero si creo que el aumento salarial es necesario. Necesario y justo, pero no para todos, ya que a la hora de la verdad y si llevamos los hechos y las acciones a la balanza moral sabemos que muchos de los médicos que trabajan en el sector publico no son mas que patéticas sombras de lo que deberían ser. Cualquier estudiante de mi carrera les puede hablar de doctores que se comportan como reales patanes que no respetan horarios (llegan y se van a la hora que quieren.) y mucho menos a los pacientes.
¿ Acaso ellos merecen el adorado aumento?. ¿Aquél doctor que se da el lujo de llegar una hora tarde (a su tanda de DOS horas en un hospital publico) o de tratar a quienes buscan de sus servicios como un pedazo de carne, cree que tiene el mismo DERECHO a exigir que el que cumple con su faena con verdadera dedicación y entrega?.
Caminar por los pasillos atestados de pacientes que esperan una incipiente cita médica es un cuadro realmente penoso y que llena de rabia. Llena de rabia por que mientras algunos se dedican a pisar el juramento Hipocrático (¿Hipócrita?) por una consigna política el resto trata de hacer lo humanamente posible para poder mantener estable aquello que TODOS juraron hacer.
Para muchos, la comunidad médica representa parte de la cúspide intelectual del área profesional de la nación y quizás no sea así. Si en verdad quisieran hacer un cambio recurrirían a métodos como las ´´Huelgas de celo´´, o llamados a la razón y no al absurdo comportamiento, pero quizás estos no resulten tan atractivos o beneficiosos para una parte del CMD que pretende jugar con la inteligencia del sector medico, saliendo únicamente perjudicados aquellos que económicamente no pueden buscar un servicio mas estable, confiable y JUSTO (Tanto que les gusta a muchos hablar de justicia.).
Para terminar me gustaría analizar con algo de miedo una frase de Jonathan Swift (El escritor de ´´Los viajes de Gulliver´´) en la que dice:
´´Apolo era considerado como el Dios de la medicina y dispensador de las enfermedades. Ambas cosas constituían en un principio la misma profesión, y todavía sigue ocurriendo lo mismo.´´
Temo, por que en lo único en que falla esta frase es en la parte de dispensar. Ya no dispensamos si no que las ignoramos en espera ansiosa de una mísera y vacía mirada de Mercurio.
